La IA explora mapas antiguos para descubrir pozos petroleros ocultos y peligrosos.

MadridEn Estados Unidos, están utilizando inteligencia artificial y mapas antiguos para localizar pozos huérfanos de petróleo y gas que no están documentados. Estos pozos fueron abandonados sin registros adecuados y pueden liberar sustancias nocivas como el benceno y el metano. Provienen de casi 170 años de perforaciones y pueden generar graves problemas ambientales y climáticos.

La inteligencia artificial está encontrando nuevas aplicaciones. Los antiguos mapas topográficos del Servicio Geológico de los Estados Unidos están siendo integrados con la inteligencia artificial. Los científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley han desarrollado un método para extraer datos de estos mapas utilizando sus características georreferenciadas.

Elementos y tecnologías clave involucrados incluyen:

• Algoritmos de inteligencia artificial entrenados para identificar símbolos de pozos en mapas históricos.
• Uso de drones equipados con sensores para la verificación en campo.
• Herramientas innovadoras de magnetometría para detectar pozos metálicos enterrados.
• Una combinación de múltiples fuentes de datos que mejora la precisión de la detección.

En el pasado, encontrar estos pozos era una tarea complicada y lenta, ya que las personas tenían que revisar cada mapa individualmente. Ahora, con la ayuda de la inteligencia artificial, se pueden analizar grandes volúmenes de datos de manera rápida, acelerando significativamente la identificación de posibles pozos no operativos.

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Dejar estos pozos en su estado actual puede perjudicar al medio ambiente. Emiten metano, un gas que afecta al clima más severamente que el dióxido de carbono. Además, estos pozos pueden contaminar las aguas subterráneas y liberar sustancias químicas nocivas al aire.

El proyecto CATALOG colabora con tribus nativas americanas y agencias gubernamentales. Su objetivo es desarrollar herramientas fáciles de usar y de bajo costo para la localización y gestión de pozos. Trabajar con socios locales es fundamental, ya que garantiza que las tecnologías creadas sean útiles y ayuden a completar la información faltante.

La inteligencia artificial puede contribuir a resolver problemas ambientales utilizando datos antiguos. Al combinar métodos avanzados de IA con registros históricos detallados, podemos minimizar el impacto negativo de los pozos abandonados. Esto demuestra cómo la tecnología puede apoyar los esfuerzos ambientales y de salud pública, ayudando a recuperar áreas olvidadas de la historia industrial.