Grandes empresas abandonan ranking LGBTQ+ ante presión antiderechos
MadridAlgunas grandes empresas han decidido recientemente dejar de participar en el Índice de Igualdad Corporativa (CEI), que evalúa cuán amigables son los lugares de trabajo para la comunidad LGBTQ+. Están tomando esta decisión debido a presiones de grupos conservadores y problemas legales que desafían los esfuerzos de diversidad e inclusión. Compañías como Ford, Harley-Davidson y Lowe's han anunciado que se retirarán del índice, citando preocupaciones sobre las leyes cambiantes y las diferentes opiniones de sus empleados y clientes.
El Índice de Igualdad Corporativa incentiva a las empresas a adoptar medidas inclusivas. Se enfoca en áreas clave como:
- Beneficios integrales para parejas domésticas
- Cobertura de salud para trabajadores transgénero
- Programas de diversidad de proveedores que incluyen a proveedores LGBTQ+
- Beneficios equitativos para cónyuges del mismo sexo y parejas domésticas
- Directrices para la transición de género
El CEI fue establecido para apoyar a los empleados LGBTQ+ al reducir las desigualdades. Ha tenido un gran impacto en la creación de ambientes laborales más inclusivos. Proporcionó a las empresas directrices para generar entornos laborales más justos y permitió que los posibles empleados evaluaran el nivel de apoyo de una compañía a los derechos LGBTQ+.
Cambios legales recientes, entre ellos el fallo del Tribunal Supremo del año pasado contra la acción afirmativa basada en la raza en las admisiones universitarias, han motivado a los conservadores a cuestionar iniciativas similares de diversidad e inclusión en empresas. Ellos argumentan que centrarse en grupos históricamente marginados puede perjudicar injustamente a otros, denominando estos esfuerzos como una forma de discriminación inversa.
Muchas empresas, incluyendo a Ford, están alejándose del CEI en medio de una creciente oposición a las prácticas comerciales 'woke'. Esta medida se presenta como una forma de evitar problemas legales, en lugar de rechazar los derechos LGBTQ+. No obstante, esta decisión podría tener consecuencias inesperadas. Sin programas sólidos contra la discriminación y el acoso, estas empresas podrían enfrentar demandas de empleados que sufran un ambiente laboral hostil.
Las empresas se arriesgan a perder muchos clientes. La cantidad de adultos estadounidenses que se identifican como LGBTQ+ se ha más que duplicado desde 2012, y es aún mayor entre la Generación Z. Una encuesta reciente de la Human Rights Campaign Foundation reveló que el 80% de los clientes LGBTQ+ dejarían de comprar a empresas que abandonen iniciativas de inclusión. Esta tendencia implica que las compañías podrían enfrentar problemas financieros a largo plazo debido a estas decisiones.
Las marcas deben cumplir con la ley mientras abordan la creciente demanda de responsabilidad social. Al reconsiderar sus planes de diversidad, equidad e inclusión (DEI), las empresas deben tener en cuenta cómo impacta en la moral de los empleados, la reputación de la empresa y la lealtad de los clientes. Ignorar estos aspectos podría revertir el progreso hacia la creación de lugares de trabajo inclusivos y dañar su imagen pública.
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