La violencia política en EE. UU. tiene raíces históricas profundas

MadridLa violencia en la política estadounidense ha existido desde hace mucho tiempo. Desde peleas en el Congreso en 1798 hasta ataques mortales a presidentes, no es algo nuevo. El reciente intento de asesinato a Donald Trump es otro ejemplo alarmante. Refleja una peligrosa tendencia que ha ido en aumento en los últimos años.

A continuación, algunos casos importantes de violencia política en los EE.UU.:

• 1798: Congresistas se pelean en la Cámara de Representantes de EE.UU.
• 2011: La congresista Gabby Giffords resulta herida en Arizona.
• 2017: Disparan al congresista Steve Scalise mientras practicaba para un juego de béisbol benéfico.
• 2020: Se frustra un complot para secuestrar a la gobernadora Gretchen Whitmer.
• 2021: Insurrección en el Capitolio de EE.UU.

En San Francisco, un hombre atacó a Paul Pelosi, el esposo de la ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, con un martillo. En Fairfax, Virginia, un individuo con historial de enfermedades mentales agredió al personal de la oficina distrital del representante Gerry Connolly.

Los funcionarios locales también sufren violencia. En un pequeño pueblo, alguien arrojó una bomba de tubo falsa a un candidato a secretario del condado. El agresor fue contratado por un vecino. El candidato, Hartman, sigue nervioso años después del incidente.

En el condado de York, Carolina del Sur, la presidenta del Consejo del Condado, Christi Cox, recibió una amenaza de muerte. La carta le exigía que detuviera un proyecto de planta de paneles solares. El único demócrata en el consejo también recibió una amenaza similar.

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Cristi Cox comentó que el país atraviesa una situación complicada. Señaló que en la comunidad prevalecen sentimientos de ira, odio y tácticas de intimidación.

En Louisville, Kentucky, un hombre disparó contra la oficina de campaña del alcalde Craig Greenberg en 2022. Greenberg no resultó herido y pidió que se tomara en serio la violencia política.

El senador estatal de Michigan, Jeremy Moss, pidió empezar de nuevo y expresó su esperanza de que personas de todas las posiciones políticas puedan coincidir en que fue afortunado que el Presidente Trump no resultara herido.

Estos sucesos muestran una tendencia preocupante. La violencia política no es sólo cosa del pasado; está ocurriendo en este momento. La marcada división y el ambiente hostil hacen que la violencia sea más probable. Políticos de todos los partidos están en riesgo.

Un reciente acto de violencia contra Trump se suma a un creciente número de ataques políticos. Cada uno hace que la democracia parezca más en riesgo. Esta situación preocupa a la gente sobre el futuro de las discusiones políticas en Estados Unidos.