Peligros hormonales ocultos durante el embarazo: revelan alta exposición al tóxico zearalenona

MadridUn reciente estudio publicado en el Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology ha detectado niveles elevados del hongo tóxico zearalenona (ZEN) en mujeres embarazadas. Se halló ZEN en el 97% de las muestras de orina y en el 84% de las muestras de placenta analizadas. Este toxina es común, ya que se encuentra en cultivos como el maíz, el trigo y la cebada. La ZEN imita al estrógeno y puede interactuar con las hormonas humanas, generando preocupaciones sobre sus efectos en la salud, especialmente durante el embarazo.
Las investigaciones indican que la exposición a ZEN está influenciada por factores como nuestra dieta y la composición corporal. Hallazgos clave incluyen:
Correlaciones y Factores que Aumentan la Exposición al ZEN
- Índices de masa corporal (IMC) más altos se asocian con niveles aumentados de ZEN.
- Las mujeres que han dado a luz presentan concentraciones más elevadas de ZEN.
- Una dieta rica en alimentos ultraprocesados incrementa la exposición al ZEN.
- Dietas más saludables con más proteínas y verduras reducen la exposición.
Estudios indican que la alimentación podría estar relacionada con la exposición a químicos que alteran hormonas durante etapas cruciales del desarrollo. Se ha demostrado que el ZEN afecta la reproducción en animales, y existen crecientes preocupaciones sobre su posible impacto en la salud humana. Aunque los efectos exactos del ZEN en humanos aún no están claros, investigaciones preliminares han encontrado vínculos entre el ZEN y alteraciones en los niveles de hormonas sexuales.

2 de febrero de 2025 · 20:32
La contaminación por plomo en la antigua Grecia revela cambios socioeconómicos revolucionarios
La industria agrícola utiliza ZEN para favorecer el crecimiento de los animales, lo cual aumenta el riesgo para los humanos. Este problema se agrava con los métodos modernos de procesamiento de alimentos y el cambio climático, que pueden elevar los niveles de ZEN en nuestra comida. Las temperaturas globales más altas facilitan el crecimiento de los mohos que generan ZEN, haciendo que esta toxina sea más común.
Reducir el riesgo es posible al optar por alimentos integrales en lugar de ultra-procesados. Sin embargo, para resolver el problema de raíz, es esencial realizar cambios en toda la industria alimentaria. Establecer regulaciones que limiten la presencia de micoestrógenos en los alimentos puede contribuir a disminuir el riesgo para todos con el tiempo.
El enfoque en ZEN genera preocupación sobre los químicos que pueden alterar las hormonas. A medida que se realizan más estudios, el conocimiento sobre los efectos a largo plazo del ZEN podría cambiar nuestra manera de gestionar y percibir la seguridad alimentaria. Los investigadores estudiarán los posibles efectos en el embarazo y el desarrollo infantil, lo cual podría ayudar a establecer futuras pautas para administrar la exposición.
El estudio se publica aquí:
http://dx.doi.org/10.1038/s41370-024-00722-6y su cita oficial - incluidos autores y revista - es
Carolyn W. Kinkade, Anita Brinker, Brian Buckley, Olivia Waysack, I. Diana Fernandez, Amber Kautz, Ying Meng, Huishan Shi, Jessica Brunner, Pamela Ohman-Strickland, Susan W. Groth, Thomas G. O’Connor, Lauren M. Aleksunes, Emily S. Barrett, Zorimar Rivera-Núñez. Sociodemographic and dietary predictors of maternal and placental mycoestrogen concentrations in a US pregnancy cohort. Journal of Exposure Science & Environmental Epidemiology, 2024; DOI: 10.1038/s41370-024-00722-6

1 de febrero de 2025 · 19:28
La influencia de la violencia televisiva en el comportamiento futuro de los niños: revelaciones impactantes.

31 de enero de 2025 · 12:46
El poder del contacto afectuoso en la construcción de sociedades cooperativas

30 de diciembre de 2024 · 2:54
Físicos usan bootstrap para confirmar la teoría de cuerdas y unificar la física cuántica y la relatividad

29 de diciembre de 2024 · 22:47
Neurona láser revolucionaria acelera la inteligencia artificial con un procesamiento mil millones de veces más rápido
Compartir este artículo