Riesgos de trenes gigantes: exigen más acción a reguladores, informe revela
MadridGrandes compañías ferroviarias de carga como CSX, Union Pacific, BNSF, Norfolk Southern, CPKC y Canadian National están utilizando trenes más largos con mayor frecuencia, lo que ha reducido sus costos operativos. Ahorran dinero al necesitar menos personal y gastar menos en el mantenimiento de las locomotoras. La longitud promedio de los trenes aumentó alrededor de un 25% desde 2008 hasta 2017, y para 2021 algunos trenes superaban los 4.200 metros.
Los sindicatos de tripulaciones ferroviarias afirman que los trenes más largos son difíciles de manejar. Su complejidad aumenta en terrenos irregulares, donde una parte del tren sube mientras otra baja simultáneamente. Esto complica el control del tren, puede provocar descarrilamientos y genera problemas de comunicación debido a que las radios no alcanzan a cubrir todo el tren.
Los expertos en seguridad ferroviaria tienen preocupaciones significativas, tales como:
Los trenes largos tienen más probabilidades de descarrilar debido a las distintas fuerzas que actúan sobre ellos. Además, pueden obstruir los cruces durante largos periodos, dificultando el paso de los servicios de emergencia. Las radios podrían no funcionar correctamente a lo largo de todo el tren. Es necesario planificar adecuadamente la colocación de los vagones pesados y vacíos.
Jared Cassity de la unión SMART-TD señala que los trenes más largos aumentan los riesgos de seguridad y pide una acción rápida por parte de los reguladores. Mark Wallace, de la Hermandad de Ingenieros y Maquinistas de Locomotoras, coincide y afirma que, aunque estos problemas no son nuevos, los trenes largos los agravan. Accidentes recientes, como el descarrilamiento de Norfolk Southern en East Palestine, Ohio, en febrero de 2023, han provocado más demandas para que el Congreso y los reguladores intervengan.
Las ferroviarias afirman que sus actuales medidas y tecnologías de seguridad son suficientes. Ian Jefferies, de la Asociación de Ferrocarriles Americanos, señala que la seguridad es su prioridad principal. Muchas compañías ferroviarias emplean programas avanzados para planificar la mejor forma de armar los trenes. No obstante, aún se producen más de 1,000 descarrilamientos cada año, a pesar de la disminución del tráfico ferroviario. Esto sugiere que las medidas actuales podrían no ser adecuadas.
Un reciente informe subraya la necesidad de equipar los trenes largos con locomotoras en el centro y en la parte trasera para mejorar el control. También destaca la importancia de planificar cuidadosamente la disposición de los vagones, especialmente debido a la combinación de vagones cisterna pesados y vagones vacíos. Además, plantea preocupaciones sobre cómo los trenes largos pueden bloquear los cruces, afectando particularmente el acceso de emergencia y provocando retrasos en los trenes de Amtrak.
La población exige que el Congreso otorgue a la Administración Federal de Ferrocarriles (FRA) más facultades para tratar los problemas de seguridad. Si se le concede esta autoridad, la FRA podría sancionar a las empresas ferroviarias que generen problemas debido a la mala gestión de trenes largos. La demanda de normativas más estrictas y una mejor planificación es generalizada, ya que muchos coinciden en que aunque los trenes largos son rentables, necesitan una supervisión rigurosa para controlar sus riesgos.
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