Exigen dimisión de líder anglicano por manejo de abusos sexuales.

MadridUn líder destacado de la Iglesia de Inglaterra, Stephen Cottrell, enfrenta presiones para dimitir debido a críticas sobre su manejo de acusaciones de abuso en el pasado. Está a punto de asumir como líder temporal de la Comunión Anglicana. Las críticas están relacionadas con su participación en el caso de David Tudor, un exmiembro del clero que fue expulsado de por vida del ministerio tras admitir haber mantenido relaciones sexuales con dos adolescentes en la década de 1980.

La obispa Helen-Ann Hartley de Newcastle ha expresado sus preocupaciones, afirmando que Cottrell no es la persona adecuada para liderar los cambios necesarios en la iglesia. Considera que errores del pasado han debilitado la confianza dentro de la Iglesia, dificultando que los miembros confíen en sus dirigentes.

Diferentes problemas han generado polémica. Cottrell sostiene que no había una razón legal para sancionar a Tudor hasta que surgieron nuevas pruebas en 2019. Los críticos señalan que la iglesia parece haber ignorado o protegido a los culpables en lugar de centrarse en la seguridad de las víctimas. Con la renuncia del arzobispo Justin Welby, crece el interés en quién asumirá el cargo mientras continúan los escándalos.

La Iglesia de Inglaterra, que forma parte de un grupo mundial de iglesias anglicanas con 85 millones de fieles, enfrenta desacuerdos en torno a temas como los derechos LGBTQ+ y el papel de las mujeres en el ministerio. Este reciente escándalo se suma a estas tensiones existentes, subrayando la necesidad urgente de introducir cambios en la estructura y mejorar la rendición de cuentas dentro de la Iglesia.

Lea también:

29 de diciembre de 2024 · 16:35

Ataque israelí en Damasco aumenta la tensión regional y deja 11 muertos

El manejo inadecuado del caso Tudor revela problemas persistentes en el sistema. Esto ha iniciado un debate sobre las normativas y procedimientos para tratar las reclamaciones de abuso. La transparencia y la rapidez en las acciones son esenciales para restaurar la confianza y asegurar la seguridad de las congregaciones.

La Iglesia ha estado lidiando con problemas de responsabilidad durante mucho tiempo. Asuntos como el abuso y el mal liderazgo persisten, a pesar de intentos anteriores por resolverlos. El proceso lento para elegir al reemplazo permanente de Welby está incrementando la tensión, ya que las congregaciones desean ver cambios reales en lugar de promesas vacías.

Muchas personas están pidiendo que Cottrell renuncie, lo que complica el futuro de la Iglesia. Para mejorar verdaderamente, la Iglesia necesita abordar sus debilidades y asumir sus responsabilidades morales con seriedad. Esto implica tratar de manera activa las acusaciones de abuso y garantizar que sus líderes sean confiables en la sociedad actual.