Trump y el GOP diseñan un audaz plan económico en 100 días

MadridDonald Trump y los republicanos en el Congreso están planeando unos ocupados primeros 100 días, centrándose principalmente en la expansión de los recortes de impuestos. Estos planes probablemente reavivarán las discusiones sobre cómo Estados Unidos prioriza su gasto, aborda la desigualdad de ingresos y determina el papel del gobierno, todo mientras intenta gestionar un déficit nacional que se aproxima a los 2 billones de dólares anuales.

El plan fiscal propuesto incluye varios puntos clave: mantener los beneficios fiscales actuales que están programados para finalizar en 2025, conservar los mismos tramos impositivos y deducciones estándar, reducir la tasa impositiva para las empresas del 21% al 15%, y eliminar los impuestos sobre propinas y pagos por horas extra para las personas.

Algunas personas piensan que este enfoque impulsará la economía y aumentará los ingresos lo suficiente como para cubrir sus propios costos. No obstante, la Oficina de Presupuesto del Congreso advierte que extender estas medidas podría aumentar el déficit en aproximadamente 4 billones de dólares en diez años. Los republicanos planean utilizar la reconciliación, un proceso que les permite aprobar legislación con una mayoría simple, para evitar la posible oposición demócrata en el Senado.

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Lindsay Owens, líder de Groundwork Collaborative, afirma que los recortes fiscales de 2017 beneficiaron principalmente a las personas ricas. Otros opinan que cuestiones económicas más amplias, como las bajas tasas de interés, son cruciales al analizar la desigualdad de ingresos.

El Partido Republicano planea reducir el gasto, especialmente en áreas como los programas de bienestar, la atención médica y los subsidios para la energía verde establecidos durante el mandato de Biden. Con una pequeña mayoría en la Cámara de Representantes, les resulta complicado presentar su iniciativa como un gran impulso de cambio.

El plan republicano se basa en acciones pasadas, como la extensión de recortes fiscales en situaciones similares. Sin embargo, este enfoque podría enfrentar dificultades en un Congreso dividido. Los demócratas se oponen firmemente a los cambios, argumentando que no hay un respaldo claro para grandes modificaciones en las políticas. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, es optimista, pero alcanzar estos objetivos requerirá una planificación cuidadosa del proceso legislativo y una colaboración eficaz dentro del Partido Republicano.